Monthly Archives: enero 2013

El padre compra un “ROBOT DETECTOR DE MENTIRAS” que golpea a las personas cuando mienten. Decide probarlo en la cena..

-“Hijo: Dónde has estado hoy?”

El hijo responde: …

-Estuve en la escuela-.
Viene el Robot y le da una bofetada…

-OK , fui a ver una película en casa de mis amigos, dice el niño-;

-Qué película viste?

-Piratas del caribe!-.

El Robot lo golpea otra vez.

-Está bien, (grita el hijo) era una porno-.

El padre le grita: -Cómo? Cuando yo tenía tu edad yo no sabía lo que era una película porno-.
Viene el Robot y le da un tremeeendo bofetón al papá.
Y la mamá, muerta de risa, dice:
-Hijo tuyo tenía que ser!!!-
y el Robot le dio un bofetón a la mamá que casi la deja en coma…

La cosmovisión es la manera particular de interpretar el mundo, la de los mayas explica tres aspectos importantes para ellos, estos son la relación con sus dioses, con la madre naturaleza y con sus semejantes, lo que reflejan en sus maravillosas ciudades, sus lugares ceremoniales y sus pirámides construidas con una mentalidad astronómica, una prueba son los antiguos vestigios que describen las posiciones del Sol, de Venus, la luna, de Marte en las diferentes épocas del año, las cuales determinaban sus actividades religiosas, militares y comerciales.
Los especialistas señalan que tales consideraciones contribuyeron a cimentar las leyendas y verdades que reflejan su sistema de creencias, ejemplo de esto es que los mayas creían que la vida tuvo su origen en el agua –y no estaban del todo errados-; es más se especula que ellos anunciaron, con base en su calendario, una época de oscuridad, materialismo y autodestrucción de 500 años de duración (a partir del 1500 d.C. aproximadamente) el término de la cual, la humanidad se dirigirá hacia una “nueva era” de crecimiento y esplendor.
La cosmovisión maya, es decir, su concepción del mundo y el universo, ha cambiado poco a pesar de que desarrolló complejos sistemas de conocimientos matemáticos, arquitectónicos y astronómicos. La religión maya cuenta que el mundo fue creado, destruido y recreado al menos tres veces antes de que se formara el presente, el mismo en que vivieron los mayas antiguos y en los que habitamos nosotros desde hace miles de años.
Su legado es inmenso, ejemplo de esto son sus calendarios y sus siete profecías, las cuales nos avisan de un inminente cambio, el cual se ha malinterpretado, ya que no hablan de fin del mundo, sino de una gran transformación que ocurrirá a nivel físico en el planeta y en la conciencia de la raza humana; su interpretación es que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de evolución hacia niveles superiores. Recordándonos que sólo la evolución interna, nos conducirá a nuevos sentidos, a una nueva realidad de paz y armonía para comenzar una nueva era de conocimientos.

Las ceremonias mayas eran una actividad sagrada a través de la cual el ser humano buscaba acercarse y tener comunicación con los dioses, se practicaban en los denominados centros ceremoniales con objetivos muy específicos, como para celebrar fechas importantes, rendir ofrendas como muestra de agradecimiento, saturarse de energía positiva, desechar energías negativas, o bien, pedir bienestar y sabiduría. Estos ritos los dirigía un sacerdote, quien definía la fecha más adecuada para llevarlos a cabo consultando el calendario maya sagrado.
Por ejemplo, el cha chaak es una ceremonia – que se sigue celebrando hoy en día- encabezada por una especie de chamán (individuo al que se le atribuye la capacidad de curar, de comunicarse con espíritus y de tener habilidades adivinatorias) y realizada para invocar al dios de la lluvia Chaac, cuando el calendario señala que ha llegado la temporada de cosecha. En la actualidad esta ceremonia es conside4rada por muchos una superstición que no tiene ninguna influencia para el bien de la cosecha, sin embargo, para los campesinos el camino elemental del proceso agrícola, tan importante como la siembra a la recolección.

Al estar basados estos acto en observaciones astronómicas, dichos rituales determinaban también las épocas más propicias para restaurar la armonía entre el hombre, su mundo espiritual y el mundo físico.

El juego de pelota conocido en la lengua maya como pok-ta-pok, fue una parte importante de la vida diaria de muchas civilizaciones prehispánicas como la olmeca, tolteca y azteca, se han descubierto campos en sitios arqueológicos de muchas culturas, uno de los más grandes es el de Chichén Itzá, de 170 metro de largo y 7’ metros de ancho. Aunque en cada civilización se jugaba diferente, la concepción básica y las ideas relacionadas a él son idénticas, un espacio estrecho entre dos muros colocados lateralmente que tienen una inclinación hacia adentro, donde jugaban dos equipos con una pelota hule que podía pesar hasta 4 kilos.
El objetivo del juego era pasar la pelota por unos aros de piedra que estaban a cada lago en lo alto de las paredes usando sólo las caderas, generalmente los ganadores eran objeto de honores y los perdedores tenían un destino más dramático. Esta ceremonia tiene importancia religiosa, ya que representa la lucha entre los dioses del inframundo y el cielo, o la lucha entre el día y la noche.
Después de la llegada de los españoles este juego fue prohibido por los conquistadores, ya que lo consideraban un rito pagano, aunque en la actualidad se practica en la parte central de México. El libro sagrado de los mayas el Popol Vuh, describe la historia del juego de pelota entre los héroes gemelos Xbalanqué y Hunahpú.