Monthly Archives: septiembre 2013


Tener un animal exótico como mascota proporciona muchos buenos momentos, tales como el facilitar la evocación de lugares lejanos a nuestro hogar: sin embargo, su cuidado no es tarea fácil.
Por ejemplo, los que requieren de alimento vivo o con necesidad de grandes espacios para vivir son difíciles de armonizar en los departamentos de las grandes ciudades. Es más, se ha demostrado que ciertos animales exóticos desarrollan estrés de cautividad, situación que aparece porque no viven con las mínimas condiciones que asemejen su ambiente natural.
Un claro ejemplo de ello ocurre en cierta tortugas, cuando la falta de luz solar altera el metabolismo del calcio del organismo, lo que tiene por consecuencia el debilitamiento del caparazón y los huesos.
Asimismo, el aislamiento por cautividad puede deteriorar en cierta medida la vida de algunos animales pertenecientes a especies de naturaleza social, es decir, que necesitan de la convivencia con otros individuos de su misma clase.
Un aspecto más que los expertos resaltan, es el hecho de que frecuentemente se encuentran en peligro de extinción –como ocurre con ciertas aves, reptiles o mamíferos sudamericanos-.
Tener un animal exótico como mascota aporta muchos beneficios emocionales parecidos –e incluso superiores- que cuando adoptas animales domésticos tradicionales.
Por ello, es razonable buscar siempre la forma más conveniente de proporcionarles las mejores condiciones de vida y considerar todas las posibles repercusiones que su presencia puede llegar a tener en las personas que viven cerca de nosotros.
Por ejemplo, aunque llenos de belleza, algunos pueden ser ponzoñosos o agresivos, por lo que se deben evitar las escapadas sorpresivas como medida de seguridad, tanto para su propia vida como para ahorrarles más de un susto a los vecinos.
En el mismo sentido, ciertos animales exóticos implican un peligro potencial de transmisión de enfermedades o zoonosis. Un ejemplo de tal situación es la psitacosis también conocida como “enfermedad del loro”, “fiebre del loro” u “ornitosis”, es causada por una bacteria que afecta a cacatúas, periquitos, palomas, patos, gallinas entre otras especies de aves y que, de transmitirse al ser humano, puede causar neumonía.
Por todo lo anterior, los especialistas resaltan que, si bien es cierto que el comercio facilita su adquisición, su cuidado y seguridad depende sólo del dueño.

elotesFrescos
En México se le llama elote a las mazorcas de maíz que todavía están en la planta que las produjo, o bien a las que son recientemente cosechadas y que guardan aún la humedad natural.
El maíz, durante la época prehispánica se convirtió en un objeto de culto religioso y en torno a él se organizaron varios tipos de ceremonias en donde lo trataban con ternura y delicadeza. Antes de cocerlo, lo calentaban con el aliento para que resistiera los cambios de temperatura y se encontraban algún grano en el suelo lo recogían y rezaban una oración, para disculpar el desperdicio e impedir que los dioses se vengaran y provocaran sequias y hambre.
En el norte de México existe la costumbre de consumir los elotes como golosina. Para ese propósito se les hierve en agua y se les condimenta con mantequilla o mayonesa, aunque por lo general en todo el país se les añade chile piquín, jugo de limón y sal.

Budín-de-tamal
Ingredientes:
12 tamales verdes
4 huevos
1 taza de queso Chihuahua rallado
50 g de mantequilla o margarina derretida
1 cucharadita de polvo para hornear
2 cucharadas de cilantro picado

Preparación:
Se desbaratan los tamales con un tenedor, se les agrega la mantequilla derretida, las yemas de huevo, el queso, el cilantro y muy poquita sal. Las claras se baten con el polvo para hornear en la batidora hasta que se forme un merengue, éste se mezcla con la pasta de los tamales con una palita, y sin batir.
Se engrasa un refractario con mantequilla o margarina, debe quedar muy bien engrasado, se vacía la pasta, se cubre el refractario con papel aluminio y se mete al horno caliente por 40 minutos, se le quita el papel y se deja en el horno otros cinco minutos. Se sirve rebanado, para acompañarlo, en la mesa se pone una salsa de salsa verde y otra con crema.


Las imágenes del cerebro de personas que están mintiendo son diferentes a las de quienes dicen la verdad y es posible que éstas puedan medirse a través de la resonancia magnética, lo que supone el comienzo del fin del detector de mentiras, según revelaron investigadores estadounidenses.
“Es posible que haya zonas especializadas en el cerebro en los engaños y que puedan ser medidas” con resonancia magnética, dijo en una conferencia, Scott Faro, director del Centro de IRM de la Escuela de Medicina Temple, en Filadelfia. Añadió que de la misma manera “podría haber zonas especializadas y únicas encargadas de la verdad”.
“Descubrimos siete zonas de activación de la mentira y cuatro de la verdad”, dijo. Añadió que la mayor actividad de “la mentira” fue en la zona frontal del cerebro.