Monthly Archives: marzo 2011


Esta especia es idónea para los amantes de los platos fuertes, en especial para las sopas y guisos, además, en crudo tiene propiedades diuréticas y sedantes. Sus semillas, si se trituran, se utilizan como condimento en platillos y estofados, para sustituir a otro condimento: la sal.
El apio es un vegetal perteneciente a la familia de las Umbeliferas, originario de la zona mediterránea. Posee tallos surcados que forman una gruesa penca con hojas acuñadas. Toda la planta tiene un sabor irritante aunque el bloqueo de los tallos en el cultivo hace que se pierda dicha cualidad y se obtenga un sabor más dulce y su característico aroma.
Es rico en minerales como el potasio, sodio, magnesio, hierro, azufre, fósforo, magnesio, cobre, aluminio y zinc, además es abundante en vitaminas A, C, E y el grupo B. Contiene grandes cantidades de agua, celulosa, proteínas carbohidratos, grasas y otros compuestos necesarios para la función nerviosa y muscular. Por sus componentes, el jugo de apio restituye el cuerpo después de jornadas de ejercicio intenso o fiebres.
Esta plata crece frecuentemente en zonas donde existe mucha humedad, cerca de las aguas saladas, también puede encontrarse junto a lugares que contienen agua dulce, en cuyo caso su desarrollo es mayor aunque su aroma resulta menos apreciable.
Se trata de una hierba bienal, es decir, que al tallo empieza a crecer al segundo año de la siembra de la semilla; puede llegar a alcanzar los 50 centímetros de altura. Las raíces son muy ligeras, estrechas y carnosas. El tallo es hueco en su interior, apareciendo en su parte más exterior una serie de surcos que lo recorren longitudinalmente. La hoja está dividida en anchos segmentos.
Se ha utilizado desde tiempos históricos, tanto en la cocina como en los boticarios. Además de su crujiente textura y sabor, es una especia “equilibrante” si se combina con otros vegetales como la zanahoria y el tomate; el jugo de apio ayuda a calmar los nervios.
Contribuye a deshacerse de impurezas a través de su función diurética (por su contenido en un aceite volátil, el apiol). Se caracteriza por su antirreumático, carminativo, sedante, aperitivo; además facilita la digestión y es muy reminaralizante. También ayuda a la formación del esmalte dentario. Es eficaz para eliminar el exceso del ácido úrico, es depurativo, regenerador sanguíneo, ligeramente laxante y se dice que es afrodisíaco.
El apio es eficaz en el tratamiento de enfermedades hepáticas, combate las infecciones, ayuda la eliminación de cálculos renales, mejora la memoria y en uso externo suele comportarse como un cicatrizante.

La profesora en el colegio dice:
A ver, Antonio, dime tres partes del cuerpo humano que empiecen con la C, y dice el niño:
Cabeza, corazón y cuello.
La profesora dice: ¡muy bien Antonio!
Luego dice:
Tú José, dime tres partes del cuerpo humano que empiecen con la P, y el niño dice: Pues, pierna, páncreas y pulmón.
Entonce la profesora dice: veamos tú Juan, dime tres partes del cuerpo humano que empiecen con la Z, y el niño dice:
¿Con la letra Z?, ahora mismo se lo digo:
Las zejas, los zojos y las zuñas.


Yogurt y avena
Mezclar una cucharada de yogurt y avena. Aplicar a las áreas afectadas y frotar, dejar 5 minutos y eliminar con agua (hidratar con la crea de uso normal)
Se aplica diariamente, los resultados tarda aproximadamente 4 semanas en verse.

Limón y Miel
Mezclar 15 gotas de limón, una cucharada de aceite de almendras y una cucharadita de miel. Aplicar en codos, rodillas y talones, dejar diez minutos y lavar con agua.
No salir al sol inmediatamente después de usar este tratamiento.


En los alrededores de Chetumal se encuentra la zona arqueológica de Dzibanché, centro ceremonial maya fundado hacia el año 250 a.c. Dicho lugar, quiere decir “escritura en madera”, es uno de los asentamientos antiguos de la cultura maya más grandes del sur de Quintana Roo, con un área de 40 km2 de húmeda y densa jungla; íntegros en los alrededores. La región emerge independientemente de los nexos que haya podido tener con el Petén guatemalteco, Belice o con Yucatán. Es decir, Dzibanché posee un bagaje cultural propio, bien integrado y distinguible de los que se observan en regiones vecinas. Una muestra de ello es que la ciudad enfrentó exitosamente por un largo periodo, el reto que significaba la falta de recurso básico como el agua y las materias primas.
Este núcleo urbano –como centro cívico- religioso relevante- está construido por varias plazas flanqueadas por basamentos piramidales. A medida que uno se aleja del área de mayor monumentalidad, dedicada al ritual, a la administración y a la habitación de la élite, las plataformas se hacen más bajas y más cortas, pues son espacios dedicados a la vivienda de artesanos, comerciantes, funcionarios menores, es decir, a los grupos que ostentaban una menor jerarquía social.


La soja o soya es una planta herbácea de la familia de las leguminosas muy empleada como alimento en China y Japón desde la antigüedad. Recientemente esta planta ha despertado el interés de la medicina occidental al poderse comprobar su eficacia en diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares (infarto), así como en los trastornos asociados a la menopausia.

Menopausia
Desde hace tiempo se sabía que las mujeres asiáticas, habituales consumidoras de soja, apenas sufrían trastornos climatéricos.
Diversos estudios realizados en los últimos años han comprobado que la soja compensa la falta de estrógenos durante ese periodo. Estos beneficios se derivan de la presencia en esta planta de fitoestrógenos, moléculas que simulan la acción de los estrógenos naturales los cuales evitan los trastornos propios de la menopausia como los mareos, sudoración y depresiones.

Anticancerígeno
La soja no sólo supone una opción eficaz frente a los trastornos de la menopausia, sino también una alternativa frente a la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS).
Muchas mujeres que usan esta terapia temen sus efectos secundarios, entre los que sobresale el riesgo de sufrir cáncer de mama.
En este sentido, se ha podido observar que las mujeres japonesas, que consumen soja, tienen un índice bajo en cuanto a la aparición de este tipo de tumor. En otras palabras, la soja no sólo ayuda al organismo al proporcionar estrógenos sino también reduce la posibilidad de este tipo de cáncer.
Los hombres también se benefician de las propiedades de la soja. Su consumo se ha asociado a una menor incidencia de cáncer de colon debido a la presencia de la genisteína el cual disminuye el crecimiento de las células del adenocarcinoma rectal
El tratamiento del cáncer de próstata también puede encontrar en la soja una alternativa eficaz, según se deduce de un reciente trabajo con ratones realizado por la Universidad de Harvard. Los investigadores compararon los efectos de agregar proteína de soja a la dieta de ratones inoculados con células de cáncer de próstata humano.
Al cabo de ocho semanas, el tamaño tumoral se redujo en un 68% y la propagación a los nódulos linfáticos en un 50%. El tratamiento no afectó al apetito o el peso corporal de los animales, por lo que no se encontraron efectos secundarios. Sin embargo, los científicos estiman que son necesarios ensayos clínicos apropiados para determinar si los alimentos ricos en soja tendrían ese efecto sobre las personas.

Osteoporosis e infartos
Otra de las enfermedades más ligadas a la menopausia es la osteoporosis, en la cual existe una pérdida excesiva de tejido óseo, de manera progresiva, cuya incidencia en las mujeres menopaúsicas es muy alta, dada la escasa producción de estrógenos en esta etapa.
Según investigaciones el consumo de soja presenta efectos preventivos sobre la pérdida ósea que acompaña a los años inmediatamente posteriores a la menopausia debido a los f¡toestrógenos y, particularmente, de las isoflavonas.
La soja también está relacionada con la prevención de las enfermedades cardiovasculares al mejorar el perfil lipídico y, por tanto, reducir el riesgo cardiovascular.
Se ha podido demostrar que, a partir de los 34 miligramos diarios, los fitoestrógenos mejoran el colesterol total, disminuyéndolo, y reducen también el colesterol LDL, que es el perjudicial.

La soya una planta totalmente aprovechable
La planta de soja reúne todos los beneficios de sus componentes, pero cada una de sus partes tiene propiedades medicinales de por sí. A continuación observamos algunos de ellas:

Semillas Debido a su sabor, sus semillas son conocidas en Oriente como la «carne del campo», lo que hace que sean consumidas como sustitutivos de ésta en los restaurantes vegetarianos.
Presentan un elevado contenido en fibra, calcio, lecitina, nitrógeno, ácido oleico y linoleico, vitaminas del grupo B, C y E, inositol y colina. Apenas tienen calorías y grasas saturadas.

Lecitina La lecitina de soja es un lípido complejo contenido en la semilla de soja y pertenece a un grupo de sustancias semejantes a las grasas llamadas fosfolípidos.
Actúa como un emulsionante sobre los lípidos, ayudando a que puedan ser disueltos en medios acuosos, como la sangre, y evitando que se formen depósitos en las arterias. Por ello que la lecitina juega un papel determinante a la hora de combatir el mal colesterol.

Los fosfolípidos de la lecitina tienen dos aminoácidos esenciales, el inositol y la colina, que sirven para quemar la grasa corporal y para el control del colesterol en la sangre. Protege las células del hígado, previniendo la acumulación de grasas en esta víscera.
También mejora el rendimiento intelectual y la memoria. En EE UU, Francia y Alemania se consume para incrementar el rendimiento, por lo que está indicada en niños, estudiantes, deportistas y personas sometidas a trabajos físicos e intelectuales que generen tensión y estrés. Además, interviene en la formación de los glóbulos rojos, lo que ayuda al buen funciona.

Aceite de soja El aceite de soja es parte del lípido que se extrae a partir de la semilla de la planta. Se emplea fundamentalmente en alimentación, pero también como vehículo de distintos medicamentos, que la incluyen como excipiente. Su contenido en ácidos grasos poliinsaturados ejerce un efecto beneficioso sobre la piel.

En resumen, se puede señalar que son cada vez más las pruebas que sugieren que el consumo de productos derivados de la soja disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama y otras enfermedades.
Por ello se recomienda su consumo diario (como, por ejemplo, mediante el tofú que es un sudedáneo de queso elaborado con soja) o la toma de sus suplementos.

Recomendaciones para su consumo
Lavar la soya seca con agua bien caliente dos veces durante 10 minutos, luego remojarse en agua potable durante todo un día y finalmente hervirse, por lo menos, una hora para facilitar su digestión e inhibir ciertas sustancias presentes en el grano que dificultan la utilización de los nutrientes por parte del organismo.
Consumir la soya adecuadamente cocida, molida o triturada. De esta forma, se pueden incorporar en purés, tortillas, milanesas, albóndigas, rellenos, croquetas o tartas, entre otros, y enriquecer las comidas. La harina de soja también puede utilizarse para estas y otras preparaciones, como panes caseros, galletitas, tortas y otros amasados.
No usar la llamada leche de soja como base de la alimentación en niños menores de 5 años, debido a que no cubre las necesidades de calcio y puede producir alergias alimentarias.
Una infusión de sus hojas después de cada comida calma problemas digestivos de origen nervioso y jaquecas provocadas por una mala digestión. Tonifica el sistema nervioso y el cardiovascular. En las mujeres, alivia dolores menstruales y aumenta la secreción de leche en las madres lactantes. Reduce los niveles de colesterol, integra dietas para diabéticos ya que estabiliza los niveles de azúcar en sangre. Actualmente la producción de soja ocupa un importante lugar en el mercado de productos proteicos de origen vegetal, por su escasez de materia grasa y su gran contenido nutricional. El grano de soja se conoce como un buen sustituto de carnes ya que posee un elevado contenido proteico (casi un 40%) Se conocen derivados de este producto: los brotes, leche, salsa, harina, aceite, etc.

Fuente de información: Remedios Populares.com


Los efectos de cambio climático sobre el ciclo de agua hacen que el futuro del preciado líquido sea más frágil que nunca. Por lo anterior, la Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado el 22 de marzo de cada año, Día Mundial del Agua. Celebración orientada a la comprensión de la forma en que la contaminación del vital líquido influye en la productividad económica y en el bienestar social.
Y es que la vida en el planeta comenzó con el agua y el nexo que existe entre estos dos elementos podría desaparecer si continuamos desaprovechando este líquido. Es más, probablemente el agua sea el único recurso natural que atañe a todos los aspectos de la civilización, desde el desarrollo agrícola e industrial, hasta los valores culturales y religiosos de la sociedad a través de la Historia.
Los expertos señalan que desde 1950, el consumo del agua en el mundo se ha triplicado, lo cual pone al planeta frente a uno de los grandes problemas con que la humanidad haya luchado. De no mejorar estas circunstancias, se calcula que en el año 2025 dos tercios de la humanidad padecerán problemas de carencia de agua dulce. Esto ha llevado a pensar que los próximos conflictos en el planeta Tierra tendrán su origen en la escasez del vital líquido.
En fin, hay que entender que el agua no es un recurso más, sino que tiene una relación directa con la vida y nuestra salud, por lo que cada vez tenemos que ser más conscientes y responsables de su uso.