Reflexiones

Reflexiones para este año.

Me acostumbré
a ocupar toda la cama al dormir,
a no cocinar los domingos
y a volver a la hora que me da la gana.
Me acostumbré
a no dar explicaciones
y hacer lo que me gusta
sin que nadie me critique.
Me acostumbré
a comer a la media noche
y a ver mis programas favoritos,
a cantar en voz alta
y bailar por toda la casa.
Me acostumbré
a recibir llamadas a cada rato
y contestar mensajes muy tarde,
a salir con amigos
y viajar uno que otro fin de semana.
Me acostumbré
al olor del café por las mañanas
y a caminar descalza por el jardín,
a tardar cuando me toca arreglarme
y a cancelar citas a último momento
sólo porque sí.
Me acostumbré
a mi,
a mis cosas,
a mi vida,
a estar sola…
Y es simplemente maravilloso.
─Anónimo.

Bellísimo poema escocés para despedir a un ser querido.

Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado; tu corazón puede estar vacío porque no lo puedes ver, o puede estar lleno del amor que compartiste.

Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda, o puedes hacer lo que a él le gustaría: Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.

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Ni una alimentación deficiente, ni la falta de ejercicio han provocado tus kilos de más.

Lo que te hizo engordar fue el miedo, el sentimiento de abandono, la falta de amor, la desvalorización, la desprotección, todo esto lo expresaste en impulsos inconscientes, y ellos se manifestaron como hábitos alimenticios deficientes.

Ten en cuenta que la finalidad de las experiencias dolorosas no es perdurar, sino enseñarnos su lección y luego disolverse… Sin embargo como tu sistema de drenaje emocional está averiado, has tratado, inconscientemente, de deshacerte de esos pensamientos y sentimientos por medio de la digestión, diciendo:

SI NO PUEDO PROCESAR MI TRISTEZA, QUIZÁ ME LA PUEDA COMER, SI NO PUEDO PROCESAR MI IRA, QUIZÁ SEA CAPAZ DE ENGULLIRLA….

Ese exceso de peso desaparecerá cuando esa niña interior que aún vive en el cuerpo del adulto, creciendo a través de la grasa, para ser reconocido y protegido por el adulto y se dé cuenta que el miedo pertenece al pasado y que ahora está a SALVO…
Esa niña interior dejará de crecer en forma de grasa corporal…

Quiero que sepas que la grasa es una expresión física de tu necesidad de poner distancia con los demás, esta grasa ha sido un muro para protegerte, una barrera, que tú misma has creado.
Te propongo que derribes los ladrillos de ese muro de grasa, para así darle paz y libertad emocional a tu niña interior…
Esos ladrillos hoy, ya no te sirven, esos ladrillos que tienen nombre y se llaman: Vergüenza, Rabia, Miedo, Rencor, Injusticia, Protección, Separación, Agotamiento, Estrés, Complejo de inferioridad.

La grasa que te quitas de encima había penetrado en tu consciente antes de acumularse en tu cuerpo, y cuando el peso desaparezca de tu mente, abandonará también tu cuerpo.

El mundo está lleno de seres en el que distinguimos personas, animales y cosas. Los individuos se diferencian de los demás porque se presentan con sus capacidades intelectuales y acciones libres, como espíritus encarnados y no meramente como cuerpos, por tanto, no puede considerarse igual a un hombre de un animal o una cosa.

La gente tiene de por si un valor, además de otros como el amor, que es una capacidad natural en el hombre, está fundado en la impresión, acompañada de una emoción, y tiene por objeto siempre un valor, en general, el de la persona misma.

De acuerdo al tipo de amor del que se trate también se pueden especificar otros valores inherentes al ser que se ama, como serían, el de la bondad, la igualdad, la valentía, el respeto y otras cualidades como la belleza, el entusiasmo, el ser culto, etcétera.

El amor es por tanto una virtud, deberá siempre estar ligada con el valor del ser humano, puesto que es imposible que el amor se dirija exclusivamente a un cuerpo, ni solamente a alguien del sexo opuesto, sino que se dirige precisamente a la persona. Es preciso que la afirmación del valor de la persona, oriente todos los actos de afectividad y sentimientos en los individuos para que se posibilite lo que llamamos, de acuerdo a su género, o tipo, el verdadero amor personal.