Este peculiar trastorno psicosomático, también conocido como síndrome de Florencia o estrés del viajero, se desarrolla cuando el sujeto es dispuesto frente a una obra de arte. Los síntomas se manifiestan psicosomáticamente al ver arte, sobre todo si se trata de una obra muy bella o de varias obras en un mismo lugar. Esto le provoca un intenso vértigo, confusión, ansiedad, aceleración del ritmo cardíaco, temblores, palpitaciones, depresión e incluso alucinaciones.

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