Al descomponerse una fruta, con el plátano, es más probable que una mosquita del vinagre (nombre correcto), se dé cuenta de ello antes que cualquier habitante de la casa. ¿Cómo es posible que el sistema nervioso de tan diminuto organismo sea capaz de detectar tal hecho?

Este es un tema de investigación planteado por diversos especialistas en el mundo entero, ya que los resultados sobre las cualidades del sistema nervioso central (SNC) de los animales superiores, incluido el ser humano, pueden desentrañar las bases de diversas enfermedades neurodegenerativas.

Al respecto, el investigador en Biología de Sistemas del Centro de Regulación Genómica en Barcelona, Matthieu Louis, explica que este pequeño insecto, llamado científicamente Drosophila melangoster, posee un SNC muy sofisticado. El cual es capaz de presentar comportamientos difíciles de comprender, tales como rituales de apareamiento complejos, gran capacidad de evadir ataques a mostrar preferencias de gusto y olfato específicas a pesar de contar con tan sólo 200,000 neuronas.

La mosca de vinagre es un organismo que al estudiarlo facilita la investigación sobre la actividad neuronal, la cual transforma cualquier estímulo en una respuesta motora.

En la actualidad, muchos organismos pequeños como la Drosophila son muy utilizados para saber más acerca del cerebro del hombre.

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