Todo ha cambiado en el mundo de la Física cuántica porque se ha concluido que no es posible predecir con certeza el resultado de algún experimento sobre el tema. Tal afirmación surge porque hay ciertos atributos de las partículas como: poseer todos los valores al mismo tiempo de una cantidad física (superposición) ; también pueden permanecer ligadas a distancias limitadas y sin ninguna conexión física de por medio; finalmente se pueden tele transportar a través del espacio vacío.

Los diodos emisores de luz (LED) ejemplifican lo anterior, puesto que las partículas (electrones) de este semiconductor aislante “saltan” de un lugar, con poca energía, hacia otro con mayor energía, al momento de recibir cierto voltaje.

En la actualidad la teoría cuántica la vemos reflejada en los teléfonos inteligentes y hasta en los chips de los modernos aparatos digitales.

La Física nuclear ha desarrollado aplicaciones médicas como la hidroterapia, técnica que utiliza partículas atómicas (iones) que al aplicar una “fuerza nuclear fuerte” se convierten en hadrones. En un paciente con cáncer, tal procedimiento tiene por objetivo “bombardear” con precisión el lugar donde están las células malignas sin afectar las zonas cercanas de las células sanas.

De la misma forma se necesitan “aceleradores de las partículas”, los cuales son necesarios para proporcionar entornos más controlados y la desintegración de elementos indeseables en el cuerpo humano.

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