Tienes una importante cena en casa y al sacar el mantel blanco te das cuenta que está amarillo en algunas zonas por estar guardado mucho tiempo, no te preocupes, sigue este fácil consejo y quedará como nuevo.
Disuelve tres cucharadas de bicarbonato en un litro de agua caliente y sumerge el mantel entre media y tres cuartos de hora. Después lávalo en lavadora con tu detergente habitual, y verás qué cambio.

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