Monthly Archives: septiembre 2010

El papa de Pepito decide irse a vivir a Estados unidos con toda la familia y Pepito ingresa a una escuela.
La maestra de dice a Pedrito:
A ver Pedrito, dame un ejemplo de la palabra “evidentemente”.
-Mi papá, mi mamá, mis hermanos y yo, comimos fuera de casa, evidentemente mi mamá no cocinó ese día-.
Muy bien Pedrito, a ver Juanito dame un ejemplo de la palabra “evidentemente”.
-Mi papá, mi mamá, mis hermanos y yo, nos fuimos a la playa, evidentemente en la casa no había nadie-.
Muy bien Juanito, a ver Pepito, dame un ejemplo de la palabra “evidentemente”.
-Bueno maestra, yo estaba sentado en la sala de mi casa, y pasó mi abuelita con el New York Times, y yo dije: evidentemente va al baño, porque no sabe inglés.


Unos 14 años después de la muerte de Jesús, cuando ya había empleado todo su tiempo en enseñar la religión del Salvador, consolado a tantas personas y ayudado a tantos enfermos, hizo saber a los apóstoles que se aproximaba la fecha de partir. Los apóstoles la amaban tanto, se apresuraron para recibir sus consejos y bendición. Para cada uno tuvo palabras de consuelo y de esperanza. Y luego, como quien se duerme en el más plácido de los sueños, cerró los ojos y su alma partió a la eternidad. Su entierro parecía una procesión de Pascua más que un funeral.
Pero Tomás, no había llegado y cuando arribó ya habían vuelto de sepultarla. Pedro –dijo Tomás- no me niegues el favor de ir a la tumba. Pedro aceptó, abrieron el sepulcro y en vez del cadáver, encontraron muchas flores hermosas, Jesús había venido, había resucitado a su Madre Santísima y la había llevado al cielo.


Celebrar el Día de la juventud es una oportunidad de reflexión para la generación de los mayores. Para ver en la fuerza y en la fecundidad de la juventud el futuro. Para ver en la fuerza y la generosidad de la juventud la salud de la patria. Para ver y comprender la responsabilidad frente a la juventud y responder positivamente al reto que la juventud importa. Ser joven es una gracia, una fortuna, ha dicho Juan Pablo II, ha dicho que características de la juventud son su generosidad, su apertura a lo arduo y lo sublime, su compromiso concreto y decidido en cosas grandes humana y naturalmente, su permanente actitud de búsqueda, su marcha hacia la cumbre de los ideales nobles, su anhelo por una sociedad más justa y solidaria.
Vivir y actuar sin estas convicciones es insensato, es necio y demasiado caro.