Según la historia, esta celebración se remonta al siglo IV. Se dice que el elmperador Constantino se encontraba derrotado por las horas bárbaras del Danubio y en los momentos más difíciles apareció en el cielo una cruz con una inscripción que decía: In hoc signo vinces (con este signo vencerás), acontecimiento que favoreció su victoria.
Una vez que Constantio fue bautizado y en agradecimiento a lo ocurrido, le pidió a su madre Santa Elena que fuera hacia Jersualén a buscar la Cruz de Cristo -que en aquel entonces se desconocía dónde estaba-, su madre dedicó todo su esfuerzo para lograr su cometido. Después de algún tiempo de búsqueda y varias excavaciones que se realizaron en Jerusalén, la emperatriz encontró La Santa Curz y llamó a su hijo para pedirle que erigiera iglesias conmemorativas y restaurara los lugares santos. Antes de su muerte, solicitó a los fieles que celebraran anualmente una fiesta el 3 de mayo, día que fue descubierta la Cruz. En España se inició la costrumbre de elaborar una cruz, adornarla con flores y colocarla en lo alta de las casas. Esta tradición se introdujo en México en tiempos de la nueva España, ya que los misioneros les pedían a los señores albañiles que colocaran una cruz adornada con flores en la cumbre de las iglesias que estaban edificando; esta celebración fue adoptada por dicho gremio y hoy por hoy se mantiene viava, celebrándose con gran entusiasmo año tras año.
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