Paso 1:
Limpieza superficial del rostro
-Limpiamos a conciencia nuestra piel con leche desmaquillante para eliminar cualquier resto de maquillaje que pueda tener.
-La limpiamos con un jabón suave. Retiraremos lo que pueda quedar de desmaquillante de forma fácil, además de limpiar nuestro rostro por segunda vez.
-Usamos en un algodón nuestro tónico habitual. Con él, ayudaremos a dejar nuestra piel totalmente libre de cualquier resto de maquillaje o suciedad que pueda quedar, y que los dos anteriores pasos no hayan sido capaces de arrastrar. Nuestro rostro quedará completamente limpio.

Paso 2:
Vapor para dilatar los poros
Por todas es bien sabido que el vapor abre y dilata los poros haciendo más fácil su limpieza.
Puedes abrirlos con una larga ducha de agua muy caliente, o hirviendo agua en una olla, retirándola del fuego, recogiendo tu cabello y cubriéndote la cabeza completamente con una toalla, de modo que el vapor te llegue directamente a tu rostro por 10 minutos.

Paso 3:
Hora de exfoliar
Después de la dilatación de nuestros poros, secaremos la humedad que haya quedado y aplicaremos una crema exfoliante para el rostro, en movimientos circulares, extendiéndola hasta el cuello. Su duración aproximada deberá ser de 5 minutos aproximadamente. Lograremos extraer de los poros todas las impurezas.
Si no tenemos en casa exfoliante, podemos preparar en casa uno natural con una cucharada de azúcar +una cucharada de miel o bien una cucharada de azúcar+aceite de oliva
Esto te ayuda a extraer de los poros las impurezas concentradas en ellos.
Mejoraremos la irrigación sanguínea, oxigenaremos nuestra piel y retiraremos suciedad, impurezas y células muertas de nuestra piel.
Aclaramos la mezcla con agua tibia.
Paso 4:
Impurezas fuera
Si aún queda algún poro “rebelde” que ha resistido a todos nuestros pasos es el momento de arrinconarlo.
Coge un pañuelo suave y ¡presiona! tú puedes. Los poros estarán abiertos y saldrán con mayor facilidad!!!

Paso 5:
Aplícate una mascarilla
Es el momento de hidratar a fondo. Pon una mascarilla en tu rostro y déjala actuar alrededor de 15 o 20 minutos. Pasado este tiempo, retírala con agua tibia.
Paso 6:
Paso final!
Utilizaremos un tónico que nos ayude a retirar los restos de productos seguidos de una buena crema hidratante.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *